El 18 de Julio de 1936 aparece en nuestra memoria colectiva
como el día del golpe de estado dado por los generales franquistas del ejército
español contra el Frente Popular y a la larga contra la República Española y
contra la democracia. Sin embargo el 18 de Julio es mucho más, también marca el
inicio de la resistencia antifascista contra el golpe y por la democracia.
Antifascistas madrileños |
Durante las siguientes semanas al golpe, en aquellas zonas
donde el movimiento obrero estaba más extendido y mejor organizado se dio un
hecho sin precedentes en la historia de España. Por primera vez y de forma espontanea,
el pueblo español se echó a las calles a pedir las armas para luchar contra el
fascismo y el golpe de estado, de esta forma el golpe dado por los generales
sublevados fracasaría al no triunfar en toda España, es más, la mayor parte del
territorio y la mayor parte de la población se situó en el lado republicano, de
esta manera fracasará el golpe de estado, lo que a la larga supondría el inicio
de la guerra civil, la guerra más sangrienta vivida en España.
Si nos fijamos en las zonas que apoyan a la república y que
se manifiestan contra el golpe podemos ver que son las zonas más industriales
(Cataluña, Madrid, Valencia, País Vasco, o Asturias), es decir, donde el
movimiento sindical y político tiene más fuerza. Si observamos la historia de
España todos los golpes y algaradas protagonizadas por el ejército triunfan sin
apenas resistencia, sólo con la organización de la clase trabajadora a través
de sus sindicatos de clase –CNT y UGT- y de sus partidos políticos de carácter obrero
–PCE, PSOE o POUM- se consiguió frenar el atentado a la democracia.
Mapa de la división de España tras el golpe de estado y la resistencia antifascista. |
El heroico papel de aquellos que salieron a la calle a
luchar contra la injusticia no se puede entender sin el papel de las
organizaciones de clase que llevaban años madurando y aprendiendo de
experiencias como la Italiana o la Alemana, el 18 de Julio de 1936 se convierte
en un hito para la historia del antifascismo mundial, siendo la primera vez en
la historia que el fascismo es frenado por la movilización de la clase
trabajadora. Cientos de miles de hombres y mujeres de toda clase y distinción
se convirtieron automáticamente en ejemplo para los trabajadores del mundo,
llegando a tal punto su ejemplo, que más de 50.000 hombres y mujeres de todo el mundo se
alistaron voluntarios para socorrer a la república de manos de las Brigadas
Internacionales organizadas por la Internacional Comunista.
Imagen de la llegada de la Brigadas Internacionales |
La solidaridad de los trabajadores del mundo sólo fue
respaldada por la de un estado, la Unión Soviética, las democracias
occidentales dieron la espalda a la República, la no intervención de Inglaterra
y Francia supondría finalmente el fracaso de la República en la guerra civil,
mientras, Italia y Alemania enviaban miles de soldados y de maquinaria bélica
que acabaría destrozando a la República.
Sin embargo la historiografía revisionista –que no dudemos
que es la imperante en librerías y bibliotecas de nuestro país- niega el papel
de estos héroes de la democracia, apuntando que la guerra civil española se dió, o bien por los “fracasos” de la
república o por las intentonas del movimiento obrero de tomar el poder, como en
Octubre de 1934. Nada más lejos de la realidad, si la guerra civil se produjo
hubo un único sujeto responsable, aquellos que dieron el golpe de estado contra
el orden legítimo de la República Española. Tampoco olvidemos que aquellos que respaldaron el golpe fueron los oligarcas y la iglesia católica.
A día de hoy, lo más lamentable que debemos sufrir los
antifascistas españoles es el olvido y entierro de la memoria de aquellos que
lucharon por la democracia, empezando su sacrificio tal día como hoy hace 77
años, el 18 de Julio de 1936. A día de hoy, tras tres cuartos de siglo, el
estado español no reconoce a los luchadores por la democracia, mantiene estancada su memoria y sus cuerpos
fusilados en las cunetas de las carreteras españolas. Si vemos lo ocurrido en
otros países europeos no puede más que caérsenos la cara de vergüenza, pero lo
cierto es que aquí venció el fascismo, y que tras el fin del franquismo, ningún
gobierno se ha preocupado de forma seria por recuperar la dignidad de todos
aquellos caídos por la democracia, mientras los herederos de este régimen,
desde el punto de vista político –el Franquista Fraga fue enterrado con honores
de estado el año pasado- y el económico –si repasamos la lista del Ibex 35 y de
sus directivos podemos ver qué papel tuvieron ellos o sus predecesores en el
franquismo- siguen gobernando y mandando en este país.
Hoy más que nunca debemos recuperar la memoria de esos
luchadores, que creían en otra España, en la España de los trabajadores, de la
cultura, de la igualdad, de la solidaridad y de la democracia, esa España que
el fascismo nos arrebató y que todavía no hemos reconquistado.
Pues sí, un recuerdo por aquellos que murieron por un ideal que consideraban justo en medio de la opresión y la ignorancia, probablemente la muerta más noble que exista, y posiblemente por eso mismo la menos recordada.
ResponderEliminarCompañero, simplemente una aclaración: difícilmente serían generales franquistas los que se sublevaron el 18 de julio, sobre todo teniendo en cuenta que Franco no era el general al mando del golpe ni tampoco lo fue en los primeros compases de la guerra civil. Hay que precisar, más teniendo si pensamos que Paco tuvo bastantes dudas antes de ponerse del lado de los conspiradores y, después, golpistas.
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